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Origen de la Reflexología Podal


Imagen del creador,William H. Fitzgerald, padre de la reflexología podal
Origen de la Reflexología Podal


La reflexología podal es una práctica antigua. Debido a ello, su origen e historia son difíciles de rastrear. Sin embargo, se cree que la reflexología se transmitió a través de una tradición oral y posiblemente se registró por primera vez como una pictografía en la tumba egipcia de Ankhamor en el 2330 a.C. junto con otros procedimientos médicos.


Los expertos dicen que los símbolos de reflexología se grabaron a los pies de las estatuas de Buda en la India y luego en China.


Origen de la reflexología podal


En el libro Canon de Medicina Interna del Emperador Amarillo, que se escribió alrededor del año 1000 a.C, encontramos un capítulo sobre ‘Examinar el método del pie’ que puede considerarse  el comienzo de las discusiones impresas sobre la conexión de la fuerza vital, los puntos y las áreas de los pies.


Pero no es hasta mucho siglos después cuando la reflexología llega a Europa. Se cree que Marco Polo tradujo un libro de masaje chino al italiano en el siglo XIII, introduciendo así la reflexología y el masaje en Europa.


En 1582, el doctor Adamus y el doctor A’tatis publicaron por primera vez en Europa un libro sobre un elemento integral de reflexología llamado terapia de zona.


Ilustración egipcia
Origen de la Reflexología podal


Comienzos de la reflexología podal en Occidente


El origen de la reflexología podal en occidente no fue hasta el siglo XIX cuando se empezó a prestar atención a la reflexología podal y a otras terapias orientales.


Entre las primeras aportaciones, destacan las del sueco Pehr Henrik Ling, que en 1834 constató que los dolores procedentes de algunos órganos se reflejaban en zonas de la piel alejadas de dichos órganos, o las del inglés Sir Henry Head, que encontró que había zonas reflejas que se podían emplear para anestesiar.


También hay que destacar en esa época diferentes médicos, como a A. Weihe, al neurólogo inglés H. Head y al médico canadiense J.N. Mackenzie, que publicaron varios estudios en los que recogían su observación de que a consecuencia de alteraciones de los órganos internos aparecían en la superficie cutánea una serie de puntos sensibles (dolorosos) a la presión.


Estos investigadores también se dieron cuenta de las relaciones existentes entre la superficie y el interior del organismo y de que se producían en ambas direcciones (tanto a través de reflejos víscero-cutáneos como cuti-viscerales).


Los aborígenes americanos y la reflexología


Esta es una de las teorías más aceptadas sobre el origen de la reflexología podal: los indios Cherokees (en el estado de Carolina del Norte) y también otros indios americanos utilizaban la técnica del masaje en los pies como parte de unas ceremonias sagradas y religiosas. Según los indios, los pies tenían una gran importancia, ya que al ser la parte de nuestro cuerpo que está en contacto directo con la tierra, podían captar las energías que fluyen de la misma. Así mismo, al caminar sobre la tierra creían que los pies nos conectaban con el origen mismo de la vida. Lo utilizaban también como una forma de contactar el cuerpo con el espíritu.


William H. Fitzgerald, padre de la reflexología podal


En 1917, en los Estados Unidos, William H. Fitzgerald, a quien se menciona frecuentemente como el padre de la reflexología, escribió unas diez zonas verticales que extendían la longitud del cuerpo.  Fitzgerald encontró que la aplicación de presión en una zona que correspondía a la ubicación de una lesión podría servir como alivio del dolor durante cirugías menores.


El doctor William H. Fitzgerald desarrolló la teoría de las terapias zonales, que dio origen a la reflexología podal en Occidente tal y como la conocemos en la actualidad. Fitzgerald se basó en la simplificación de los meridianos de la medicina china. Así, dividió el cuerpo en diez zonas, de modo que lo que sucede en un sector de esa zona afecta a la zona por completo.


Cabe destacar el trabajo de Fitzgerald fue ampliado por Shelby Riley, quien desarrolló un mapa de zonas horizontales que cruzan el cuerpo y un mapa detallado de puntos reflejos en los pies y las manos. También sugirió puntos de presión en el oído externo.

Otra figura prominente en el desarrollo de la reflexología fue Eunice Ingham, una fisioterapeuta que trabajó para  Riley. En su investigación sobre los puntos de presión de la terapia de zona, Ingham descubrió que los pies son los más sensibles y sensibles. Desarrolló los mapas del pie y las tablas de reflexología que todavía se usan en la actualidad e introdujo prácticas de reflexología en la comunidad no médica en la década de 1930.


En 1957, Paul Nogier, registró un mapa reflejo de puntos en el oído externo. Su trabajo ha sido ampliado por Oleson y Flocco. En la actualidad se enseña como parte de un enfoque integrado de la reflexología de manos, oídos y pies.


BIBLIOGRAFIA








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